Muchas personas optan por adentrarse en la naturaleza para escapar del estrés y la contaminación que existe en las grandes urbes. La mejor manera de hacerlo es salir cargando con una gran mochila y olvidarse de todo por un par de días.
Suena tentadora la aventura, pero en realidad, marchar de mochilero requiere de ciertas habilidades y destrezas que permitirán que el viaje sea placentero y no un completo desastre.
1. Reabastecimiento inteligente
Al salir de viaje por tantos días, debes pensar en las veces que tendrás que reabastecerte. Por muy planificada que haya estado tu mochila, llegará un punto en el que te quedaras sin suministros.
Aunque dicen que no hay una forma correcta de hacerlo, podemos asegurar que sí hay una manera errónea. La clave del éxito está en la planificación y eso lo puedes hacer con anticipación desde la comodidad de tu hogar, con tan solo una computadora.
Entre las prioridades se encuentran los costos y la alimentación. No es lo mismo caminar 5 millas que 40 millas pues tus requerimientos nutricionales variarán considerablemente. Puedes prever esto con la ayuda de un reloj de brújula o un GPS, así como también utilizar aplicaciones de senderismo para calcular distancia y requerimientos.
Lo más probable es que tengas que alimentarte sobre la marcha, así que toma en cuenta lo siguiente:
Come muy temprano:
El desayuno es considerada la más importante del día. Trata de que sea abundante y rica en proteínas. No temas abusar un poco de las calorías. Para mantenerte caminando necesitas duplicar el número de calorías diarias que estabas acostumbrado a ingerir.
No tomes nada por sentado:
Si sientes que tu cuerpo no responde como esperabas, no lo fuerces. No asumas que puedes lograr tu objetivo al 100 por ciento. Ten en cuenta siempre un margen de error del 10 por ciento.
No exageres con el equipaje:
Una cosa es ser una persona previsiva y otra ser exagerada. Un buen mochilero debe cargar sobre sus hombros lo necesario, por ello, escoge muy bien los implementos a llevar a un viaje largo. La comida y bebida deben estar dentro de tus prioridades.
Los bocadillos saludables, sobre todo los cargados de proteínas, no deben faltar. Te pueden salvar la vida en caso de que llegues a un centro poblado luego de que las tiendas hayan cerrado.
2. Respeta la fauna local
Uno de los errores más comunes de los mochileros es entrar en el hábitat natural de especies animales feroces sin el debido conocimiento.
Recuerda que eres tú quien está entrando en su espacio y debes respetarlo. Animales como osos, lobos y serpientes, pueden sentirse invadidos ante la presencia de humanos y por lo tanto, reaccionar de manera violenta. Es por ello que debes estar preparado ante cualquier ataque.
Gana altura:
Aunque los osos puedan alcanzarte si te trepas a un árbol y los lobos arañar la corteza hasta debilitarla y hacerte caer, es muy probable que estar en un terreno elevado pueda salvarte la vida.
No corras:
No todos los animales salvajes representan una amenaza así que correr no siempre es una solución
Usa el calzado adecuado:
Unas botas de excursionismo son ideales para prevenir un ataque de serpiente. Recuerda investigar muy bien acerca del terreno antes de embarcarte en esa aventura. Puedes tener a la mano los números de emergencia y una lista de venenos y sus respectivos antídotos.
Los zapatos de senderismo no aplican para todo tipo de terreno, recuerda que hay algunos más borrascosos que otros y necesitarás más que un buen apoyo en la pisada.
Aplica la técnica de la mochila
Las serpientes de cascabel abundan en terrenos montañosos. Si encuentras alguna, coloca la mochila delante de ti lo más cerca que puedas de tus pies y pasa lo más lejos posible de ella.
3. Cruza el río con cuidado
Es más de una ocasión te tocará toparte con una corriente de agua, pero no debes dejar que eso impida que sigas avanzando.
De nuevo, la investigación previa puede salvarte la vida. Hay ríos cuyas aguas corren tan rápido que si bien no lograrán ahogarte, pueden causarte un golpe en la cabeza mortal.
Si debes atravesar la corriente, toma en cuenta estos consejos:
Usa botas, no zapatos:
Los zapatos para caminar son para ese fin: caminar. En estos casos es mejor usar unos zapatos para caminar en agua, con los cuales podrás correr, navegar, pescar o ir de excursión, asegurándose que el agua drene y no se acumule.
No subestimes el poder del agua
Nunca serás más fuerte que la corriente de agua pero no sabrás el poder que tiene sobre ti hasta que te sumerjas. Trata al río con precaución.
4. Aprende a pedir un aventón
Viajar por tantos días no significa que siempre debas hacerlo caminando. Una que otra ocasión el camino te obliga a usar la carretera.
Si estás en la obligación de seguir la ruta establecida, un aventón hacia el poblado más cercano, sobre todo si necesitas reabastecerte, no cae nada mal.
Aséate:
Antes de salir a la carretera, limpia tu rostro y manos. La presentación es muy importante.
Sonríe:
Muestra tu mejor sonrisa cada vez que levantes el pulgar. Es más probable que quien maneja se anime a detenerse si ven a una persona amable.
Espera en una parada
Es más probable que un vehículo te recoja si tiene donde detenerse. Ubícate en un lugar seguro para ti y el conductor.
5. Usa el equipo adecuado
Toma las cosas con calma. Disfruta del paisaje y adapta tu ritmo. No merece la pena reducir el tiempo de viaje si no vas a saborear el paseo.
Por otra parte, entrenar un poco antes del recorrido hará que rindas un poco más y que la fatiga al regresar no se extienda.
En esta parte, debes tener en cuenta que los implementos que utilices podrán ser de gran ayuda o un obstáculo a la hora de mochilear.
Invierte en unos buenos zapatos:
Ya hemos hablado de la importancia de los zapatos para caminar a la hora de hacer senderismo. Recuerda que vas a usarlos de 12 a 15 horas por día, así que la amortiguación y comodidad son muy importantes.
Usa gafas de sol:
Serán muchas horas las que estarás bajo el sol así que unas buenas gafas de senderismo harán que los efectos negativos se minimicen.
Reduce el esfuerzo físico:
Una mochila con marco externo ayudará a reducir el peso sobre tu espalda ya que distribuyen la carga y por consiguiente, reducen la fatiga.
Es importante que tengas claro que un viaje largo conlleva un gran esfuerzo físico y muchas destrezas, por lo que perfeccionar tus habilidades de supervivencia deben ser consideradas una obligación.
6. Duerme bajo las estrellas
Dormir bajo las estrellas es una de las partes más agradables del recorrido. Caminar bajo el sol y con calor no es nada agradable comparado con una noche fresca en medio de la naturaleza.
Sin embargo, a la hora de armar el campamento no todo es color de rosa. Si ni siquiera cuentas con una tienda de campaña, el cielo será tu techo pero no por eso dejará de ser cómodo.
Coloca un paño en el suelo cortado a la medida, luego una almohadilla y encima el saco para dormir.
Usa tu ropa como almohada. Finalmente, respira profundo y disfruta del cielo.
7. Estírate después de cada caminata
Hacer un poco de ejercicio, sobre todo de estiramientos, disminuye las posibilidades de lesiones, previene desequilibrios musculares y acelera el proceso de recuperación después de una larga caminata.
Concéntrate en las pantorrillas, cuadriceps, isquiotibiales y cadera, ya que son las partes del cuerpo que más se afectan con la caminata.
8. No te olvides de calentar
Así como estirar después de caminar es beneficioso para nuestro cuerpo, calentar también evitará lesiones.
Con tan solo hacer 10 levantamientos de talón, estocadas y movimientos de piernas, reducirán el riesgo de torceduras de tobillo y músculos tirados en el camino.
9. Modera tu consumo de agua
Correr un riesgo de deshidratación es tan peligroso como de hiponatremia, es por ello que el consumo de agua es muy importante.
Por lo general, la regla indica que cada persona debe ingerir 2 litros de agua al día pero cada cuerpo es diferente.
Puedes guiarte por el color y la cantidad de orina que desechas; mientras más oscura es, más deshidratado estás. Otra opción es descargar una aplicación de algún sistema de hidratación.
10. Prepárate mentalmente para el recorrido
Caminar largas distancias puede ser un gran reto, no solo físico sino mental. Algunos días puede ser una ruta húmeda bajo la lluvia, otros bajo un fuerte sol o tal vez en medio de la nieve. En resumen, no siempre será el camino soñado así que preparar tu mente es parte del reto.
Independientemente del clima, caminar día tras día con una mochila pesada es todo un reto psicológico, por lo que tener una actitud positiva es importante.