12 Consejos Para Prevenir Ampollas Al Hacer Senderismo

Las ampollas son esas inflamaciones que se forman en alguna parte del pie, producto de la fricción, calor y humedad; al estar en contacto mucho tiempo con algún punto de presión. Esta definición es bien conocida por los excursionistas.

Muchos mochileros han sufrido alguna vez de estas dolorosas molestias pero con algunos simples trucos han podido continuar la caminata. Sigue estas recomendaciones para que tu tampoco pases por lo mismo.

1. El calzado es muy importante

botas-de-senderismoEl uso de unos zapatos adecuados es el factor más importante a la hora de la prevención. Unos buenos zapatos de senderismo, especiales para largas caminatas, pueden disminuir considerablemente la posibilidad de padecer de ampollas durante y después de la ruta de senderismo.

Los zapatos para agua también funcionan perfectamente pues al permitir drenar el exceso de humedad y airear la zona, evitarán que la fricción, -sobre todo en la zona de los dedos-, haga mella en sus pies.

Por otro lado están las botas impermeables, que evitarán que tus pies se inunden, apesten o se llenen de bacterias.

Recuerda este dato a la hora de elegir el calzado correcto: debe quedar adecuadamente holgado para que ninguna zona del pie roce, pero lo suficientemente ajustado para que se sienta muy cómodo.

2. No uses zapatos nuevos

Puede que la emoción por estrenar tus nuevos zapatos te invada, pero si quieres regresar del sendero con los pies sanos, no estrenes el calzado en el primer viaje largo que hagas como mochilero.

Amolda tus nuevas botas tiempo antes de coger la ruta. Puedes hacerlo al usarlas para ir de comprar o haciendo una caminata corta. Nada peor que sentir que no puedes dar un paso más luego de haber avanzado un par de millas.

Para hacer tus botas más amables y suaves, intenta este par de trucos muy famosos entre los zapateros para casos de emergencia:

Aplique un poco de aceite de visón  en el interior del cuero. Masajea hasta que el aceite se absorba para ablandarlo. Este consejo es solo para botas con forro de cuero.

Para el resto del calzado (que no está hecho de cuero) masajea el área interna con un objeto duro, suave y romo como el extremo de una escoba o una navaja de bolsillo cerrada.

Aplica un masaje con movimientos circulares o de ida y vuelta. Debería crearse un espacio extra que eliminará el problema.

3. Utiliza calcetines adecuados

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Hacer senderismo implica comprometerse con la salud de todo tu cuerpo y en este caso, los pies se llevan la peor parte por lo que no debemos descuidar ningún detalle. Eso incluye a los calcetines.

Elije calcetines que se ajusten perfectamente  al pie, sin arrugas o costuras molestas, pues los pliegues son causa segura para la formación de ampollas.

Pensarás que con un buen par de algodón será suficiente pero no es así. En el mercado existen calcetines de senderismo, especialmente diseñados para absorber completamente la humedad, secarse rápidamente, amortiguar los pies y minimizar las rozaduras, evitando en gran medida la formación de ampollas.

Es buena idea combinar calcetines de lana pura  con los sintéticos pero nunca uses calcetines de algodón pues éstos absorben la humedad y las ampollas no se harán esperar.

4. Cambia tus plantillas

Las plantillas que vienen con las botas de senderismo suelen ser bastante frágiles por lo que un par de plantillas extras podrán solucionar la incomodidad sin tener que cambiar el calzado.

En el mercado existe una gran variedad de estas, hechas de materiales novedosos que se adaptan a la pisada y brindan comodidad al pie, pensadas en el cuidado de los pies al caminar. Las de gel son las más famosas pues proporcionan una amortiguación suave y a su vez los refrescan.

5. Refresca tus pies mientras descansas

pies-mojadosSi encuentras un arroyo en el camino, aprovecha de las bondades de la naturaleza para refrescarte y darle alivio a tus pies.

Además de refrescarte, podrás eliminar toda impureza, suciedad o bacteria, que aunque no son responsables de las ampollas, pueden acelerar su aparición o empeorarlas si ya las tienes.

Usa una gran mochila especial para mochileros que tenga suficiente espacio para llevar un par de sandalias y así airear tus pies mientras se secan las botas. Éstas también las puedes usar para cruzar un arroyo y evitar que tus zapatos se mojen.

6. No te olvides del lubricante

La fricción es la principal razón de aparición de ampollas en los pies en corredores  así que mantenerlos lubricados te puede ahorrar muchos problemas.

Puedes empezar por aplicar un poco de vaselina o cualquier otro lubricante en crema. Llévalo en tu mochila y utiliza un poco más en los momentos de descanso.

7. Lleva siempre tu botiquín de primeros auxilios

primeros-auxilios

Es posible que a pesar de que tomes todas las previsiones, termines con ampollas en los pies. No te asustes, es más común de lo que imaginas, por ello, llevar un pequeño botiquín de primeros auxilios en tu mochila nunca está de más pues si la lesión es grande, tendrás que hacer una incisión para drenarla.

Además de tu kit, no te olvides de cuidar de tus elementos esenciales para la caminata, ellos podrían marcar la diferencia entre regresar a casa a la mitad del recorrido o completar tu camino como lo habías planeado.

8. Identifica las áreas problemáticas

Si eres un excursionista recurrente, debes haber notado cuáles son las áreas de tus pies más problemáticas. Por lo general son la parte posterior de los talones, los dedos de los pies y los tobillos.

Puedes envolver esas áreas con cinta médica y un poco de algodón para cubrirlas. En el mercado existen algunas diseñadas para tal fin que son bastante cómodas, prácticas y económicas.

Conserva las uñas de los pies cortas para evitar presión en la parte delantera del zapato.

9. Mantén las botas y pies limpios

botas-en-gramaTierra, charcos, barro, ríos, son tan usuales durante el senderismo que es muy común que los pies y zapatos terminen en estado deplorable. Aunque parezca solo un tema estético, toda esa suciedad puede causar ampollas a través del roce.

Cada vez que atravieses un arroyo, aprovecha para lavarte y secarte bien los pies. Puedes cambiarte los calcetines si está dentro de tus posibilidades. De lo contrario, el uso de toallitas húmedas para bebés puede ser tu salvación ante un apuro.

10. Trata las ampollas con cuidado

¿Si a mitad de camino descubriste que tienes ampollas, qué haces? En muchas ocasiones regresar a casa inmediatamente no es una opción por lo que hacer explotar la ampolla es lo que corresponde para que puedas continuar.

Si decides abrirla, trata de que sea en un ambiente limpio para evitar la infección. Comienza por limpiar el área con una toallita con  alcohol. Esteriliza una aguja o la punta de un cuchillo con alcohol o llama de un encendedor, cerillo o fogata.

A continuación haz un agujero pinchando la burbuja y masajea la ampolla para drenar todo el líquido.

Limpia la burbuja con antibiótico y luego cubre la zona. Nunca apliques cinta adhesiva directamente sobre una ampolla reventada, ya que el adhesivo evitará que la piel dañada se cure y es muy posible que la rasgues nuevamente cuando retires la cinta,  causando dolor y un daño mayor.

Es importante que nunca arranques la capa superior de la ampolla. Aumentarás el riesgo de infección al exponer la piel al exterior.

Aunque no es común que una ampolla se infecte, es importante vigilarla, sobre todo si está ubicada debajo de la uña del pie.

Si notas enrojecimiento, dolor, pus o rayas rojas que están orientadas hacia el ganglio linfático más cercano, acude al médico inmediatamente.

11. Atento a las zonas calientes

pies-rojosSi al caminar comienzas a sentir puntos calientes, detente y revisa tus pies. Si no es una ampolla puedes tan solo colocar una bandita donde tengas la molestia y continuar. Aprovecha para limpiar los pies, cambiar los calcetines si están mojados y ajustar los cordones.

Si el área que sientes caliente está ligeramente roja, sécala y aplica la forma de protección que prefieras. En el mercado existen kits diseñados para la protección de los pies de los senderistas. Seguramente encontrarás alguno que se adapte a tu bolsillo y necesidades.

Envuelve los dedos por separado a manera preventiva. No los unas con cinta adhesiva a menos que también se rocen contra el calzado.

Todo botiquín debe contener cintas adhesivas, vendas con almohadillas y geles. Otros tantos ofrecen piel de topo, que es el producto clásico de cobertura de ampollas muy famoso por ser duradero y se adhiere bien a la piel.

12. Alternativas para combatir las ampollas

Usar desodorantes antitranspirantes reduce la sudoración en el pie, pero a menudo aumenta la irritación entre la piel y el calcetín a través de la resequedad, lo que acrecienta la probabilidad de ampollas.

Se cree que el polvo para pies puede retrasar la aparición de ampollas pero la verdad es que éste se acumula rápidamente y aumenta la fricción entre el pie y el calcetín, creando el efecto contrario.

La tintura de benzoina (también conocido como benjuí, aceite benjamín o estoraque) es la carta bajo la manga que tienen los excursionistas expertos Es muy usada porque aumenta la adherencia de cualquier apósito para ampollas. Solo aplíquelo en el pie, déjelo secar unos minutos y luego coloque el apósito o bandita.

También sirve como medida de protección. Cuando se aplica sobre la piel, la tintura se seca hasta formar un escudo endurecido, una capa gruesa y dura sobre la misma piel que impide que el roce afecte al pie.