¿Cómo almacenar los granos de café ?

A nadie le gusta el café rancio y si sois amantes de café en todas y cada una de sus presentaciones seguro deseáis conservarlo guardado debidamente.

Seguro que, al igual que yo, pensáis que no hay nada más maravilloso para empezar el día que una deliciosa taza de café recién hecho, este inigualable sabor tiene mucho que ver con su almacenamiento y, para prolongarlo, os convendría seguir las siguientes recomendaciones:

¿Qué evitar en el almacenamiento de café?

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Muy pocas, o tal vez ninguna, compran a diario la cantidad de café que consumirán en el día sin tener guardada en casa alguna porción extra para prepararla cuando plazca o para ofrecer a visitantes e invitados de manera que, es un hecho, todos almacenamos café, aunque sea un poco.

Al hablar de su conservación el café tiene varios enemigos, la luz, el calor excesivo, el aire y la humedad son sin duda los principales de esta larga lista así que deberéis evitarlos a toda costa, entonces, para almacenarlo correctamente os convendrá sortear todos estos obstáculos y así lograr que el producto os dure más tiempo manteniendo su delicioso sabor hasta la última porción.

Lo primero es que os aseguréis de estar almacenando un cultivo nuevo, esto os ayudará a conservar el producto por un tiempo mayor a un grano o molienda de vieja data, sin embargo, no es lo único, al momento de almacenar deberéis decantaros por lugares realmente secos pero que sean frescos y tan oscuros como os sea posible porque esto dará una vida más prolongada al café que se mantendrá fresco y delicioso por un período más largo.

Lugares cercanos al horno, a la ventana de la luz, frascos transparentes y la heladera o el congelador están simplemente prohibidos si queréis conservarlo por el mayor tiempo posible, algunos de estos lugares son muy calientes y los que son fríos tienden a ser húmedos así que debéis olvidarlos también.

Almacenar este producto, aunque tiene su ciencia, tampoco es que sea una tarea titánica. Un consejo valioso siempre será no comprar cantidades ingentes que duren meses almacenadas, porque el producto terminará perdiendo calidad.

Ubicaciones para almacenar

La más grande de las cocinas domésticas suele tener un tamaño estándar muy típico en cada casa, de manera que no hay muchos lugares donde podáis almacenar así que deberéis buscar con cuidado en qué punto de vuestra cocina será más conveniente el almacenamiento.

Como ya os he dicho, las ubicaciones son clave porque de éstas dependerá la frescura del producto, si lo guardáis bien y siguiendo los pasos de conservación os aseguraréis de estar poniendo algo realmente fresco y de mucha calidad en vuestra máquina de café.

En la cocina encontraréis mogollón de lugares adecuados para poner el café, una despensa ubicada en una zona fresca y lo más alejada posible del horno es una buena opción porque es un lugar fresco y a la vez oscuro lo que mantendrá mejor conservado el producto.

Si vuestra cocina tiene puntos oscuros y no es de esas en las que entra la luz a raudales por cada rincón podéis considerar colocarlo en alguna encimera, la recomendación en este caso es optar por alguna de las encimeras que esté más alejada de la luz y los puntos de calor, para evitar que éste llegue al producto. Un recipiente hermético y oscuro también os ayudará en la tarea.

Tipos de contenedores

Sobre este punto hay diversas posiciones acerca del almacenamiento del café, por regla general se cree que desde el mismo momento en que se abre, el producto empieza a perder frescura, por lo cual, los amantes del café aconsejan trasladar esta porción de café que queda allí a un recipiente más adecuado para su conservación.

Algunos expertos, por su parte, consideran que el empaque de café es el mejor lugar para almacenar el producto y que hay una razón por la cual se empaqueta de cierta forma: esto es, porque se conserva mejor así, los de esta corriente defienden la idea de dejar el café en su empaque que, según ellos, es donde debe estar.

Esto es una verdad a medias, si bien los productores serios de café empacan el producto en material y forma en que se conserva mejor, no es menos cierto que algunos empaques de fabricación sencilla no tienen forma de cerrarse y sellarse una vez abiertos de manera que estos paquetes en realidad no son útiles, pero si el empaque tiene válvula o sello y además viene en papel o material de aluminio entonces deberéis dejarlo allí.

En caso de que debáis ponerlo en algún envase deberéis recordar que el vidrio transparente es buena idea si y sólo si lo guardaréis un despensa fresca y oscura, para la encimera un recipiente opaco y oscuro será lo mejor, sobre todo si se trata de café molido.

Frescura en el tiempo

Guardar el café no es sólo saber que deberéis tenerlo en casa por una determinada cantidad de tiempo sin exceder los límites, sino también pensar cuán viejo es ya el producto que estáis guardando en casa.

Debéis recordar que el café es un cultivo estacional de manera que la mejor forma de almacenarlo es que os aseguréis de que el cultivo en sí mismo es lo más fresco posible, para esto debéis mirar no sólo la fecha de caducidad del producto sino, en especial, la fecha de elaboración de manera que tengáis claro que el producto que os bebéis a diario y colocáis en vuestra cafetière es de data reciente.

La frescura también está vinculada a la presentación del café, por ejemplo, los granos tienden a conservarse más en el tiempo de manera que mantenerlos en esta presentación también es una forma que os permitirá almacenarlos por un período ligeramente más prolongado que si los moléis todos a la vez.

Otro punto de interés es tenerlo tostado, el café tiende a perder frescura tan pronto como se cuece así que, una vez tostado deberéis tomar todas las previsiones que os hagan falta para mantenerlo fresco y delicioso por el tiempo que sea necesario, sin embargo, no debéis dejar de lado la recomendación que siempre os hago, no compréis cantidades excesivas que debáis guardar por mucho tiempo, comprar el abastecimiento semanal o quincenal es lo ideal.

Café molido Vs. Granos enteros

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No es casualidad que los expertos baristas, amantes del café, conocedores y demás entusiastas de esta bebida tengan su propio molinillo de café y lo muelan en pocos días previos al consumo del producto, esto es por una razón, los granos enteros se conservan más que el producto molido, el cual debe ser muy bien guardado o, en contraparte, consumirse lo más pronto posible para conservar su frescura.

Algunos análisis de calidad elaborados por expertos destacan que, al ponerse en contacto con el oxígeno ambiental, los granos de café se pondrán rancios en un tiempo no mayor a 15 días, mientras que la molienda mal guardada y expuesta al oxígeno empieza a perder frescor y calidad después de las 24 horas, esto explica por qué los conocedores le dan preminencia a los granos y ellos mismos hacen su molienda.

Incluso hay quienes se cuidan de dejar el producto, una vez molido, en el recipiente de preparación de la bebida para evitar una exposición innecesaria de la molienda a las altas temperaturas, por el contrario, se aseguran de tener la cafetera fría para dejarlo allí así sepan que lo prepararán y consumirán al día siguiente de molido.

Tostar y moler los propios granos verdes

La variedad de granos verde ha salido al rescate como una opción más plausible de almacenamiento sin sacrificar la calidad o la frescura del producto, la desventaja de esta variedad es que no están disponibles en todas las tiendas y no todo el mundo las conoce ni sabe cómo tratarlas, además si queréis comprarlas de este modo es necesario que contéis con el tiempo y la energía para tostar y moler los granos, una cafetera de cápsulas puede resultaros de utilidad en estos casos.

Si finalmente tenéis la disposición, las ganas y el tiempo para decantaros por esta opción es importante que tengáis en cuenta que, una vez tostados, los granos liberarán dióxido de carbono, así que para conservarlos deberéis optar por las opciones que ya os he dado líneas arriba, recipientes herméticos, oscuros, cerrados, bolsas con válvula son lo ideal. Abrir el recipiente una vez al día por un brevísimo período os ayudará a liberar el dióxido de carbono acumulado y mantenerlos frescos.

Tiendas de comestibles y el café

Los conocedores, a la hora de seleccionar, se inclinan más por visitar tiendas especializadas que las grandes cadenas de supermercados y las tiendas de comestibles sencillas, sin embargo, no siempre estas tiendas os quedan de camino o siquiera cerca y tarde o temprano acabáis en el supermercado, como todos.

Para estos casos, la recomendación es seleccionar marcas selladas con válvula en lugar de las cerradas al vacío, ya que estas conservan mejor la frescura.